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Artículo de opinión de los doctores Segura y Martín Zurro. En su reflexión exploran cómo el impulso a medicalizar comportamientos humanos que podrían no ser patológicos, como el suicidio , puede ser tan problemático como ignorarlos. Un resumen: La medicalización suele criticarse por intervenir en procesos considerados naturales, bajo la idea errónea de que lo natural no puede ser perjudicial. Sin embargo, fenómenos como el parto, aunque naturales, pueden implicar riesgos médicos. Además, intervenciones para mejorar rendimiento o funcionalidad, sin ser patológicas, también se practican, aunque ninguna acción sanitaria es completamente inocua: todas conllevan posibles efectos adversos. Por ello, si los beneficios no superan los riesgos, lo prudente es no intervenir, tanto en problemas patológicos como en situaciones no patológicas. Este dilema se refleja en el suicidio, que no siempre responde a una enfermedad mental. Puede ser una decisión racional ante sufrimiento extremo, enfermedad terminal o circunstancias adversas, sin implicar necesariamente patología psiquiátrica. No obstante, muchos suicidios sí tienen origen psiquiátrico y requieren atención clínica preventiva o terapéutica. Incluso los que no se vinculan a enfermedad son un problema de salud pública, pues la salud no se limita a ausencia de enfermedad. Aunque el suicidio genera rechazo por considerarse antinatural, algunas decisiones son respetables, lo que plantea límites a la intervención sanitaria. De hecho, la eutanasia y el suicidio asistido están regulados en varios países. En otros casos, el apoyo psicológico puede aliviar el malestar, aunque las causas sociales subyacentes exceden el ámbito asistencial.

Durante el asedio de Sarajevo, surgió un fenómeno tan inquietante como real: personas adineradas viajaban desde Europa occidental para participar en lo que llamaban “safari de francotiradores” . No eran soldados ni ideólogos, sino individuos con vidas aparentemente respetables —empresarios, profesionales, padres de familia— que pagaban por la experiencia de matar civiles indefensos. La guerra les ofrecía anonimato, impunidad y la adrenalina de una violencia sin consecuencias. El artículo describe cómo estos “cazadores” encarnaban una doble moral: en su país, ciudadanos ejemplares; en Sarajevo, verdugos por diversión. No movía el odio ni la venganza, sino el puro placer sádico y la búsqueda de sensaciones extremas. Este divorcio entre identidad social y conducta bélica revela una fractura psicológica profunda: la deshumanización del otro y la exhibición de poder como entretenimiento. En esencia, el texto retrata un perfil perturbador: personas que transforman la guerra en parque temático, donde matar se convierte en juego. Sarajevo fue el escenario perfecto para esa perversión: adrenalina, anonimato y dominio absoluto. Así, la violencia deja de ser un medio y se convierte en fin, mostrando hasta dónde puede llegar la oscuridad humana cuando encuentra un espacio sin límites ni responsabilidad.

El artículo explora cómo el vínculo entre las personas y los perros va más allá de lo emocional, llegando a producir efectos medibles en el organismo. Cuando alguien acaricia, juega o simplemente comparte tiempo con un perro, se desencadena una respuesta neuroquímica que reduce el cortisol, la hormona asociada al estrés, y aumenta la oxitocina, conocida por su papel en el apego y la sensación de bienestar. Esta interacción no solo beneficia al ser humano, sino también al animal, reforzando una relación de confianza y afecto mutuo. La evidencia científica respalda estas afirmaciones: estudios han demostrado que el contacto con perros puede disminuir la ansiedad y mejorar el estado de ánimo, lo que convierte a estas interacciones en una herramienta valiosa dentro de la terapia asistida con animales. Aunque el artículo no aporta cifras concretas ni protocolos específicos, sí subraya la importancia de incorporar a los perros en entornos clínicos y terapéuticos, especialmente para personas que enfrentan estrés crónico o trastornos emocionales. El texto transmite una idea clara: el vínculo humano-animal no es solo una cuestión afectiva, sino un recurso que puede mejorar la salud mental y emocional. En definitiva, acariciar a un perro no es un gesto trivial; es una acción que activa mecanismos biológicos capaces de aliviar tensiones y fomentar el bienestar, lo que abre la puerta a nuevas estrategias en el cuidado integral de la persona.

En el congreso anual de la American College of Rheumatology (ACR) 2025 en Chicago, se presentó un estudio pragmático aleatorizado cuyo objetivo fue evaluar si el uso de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS) junto a fisioterapia ambulatoria reducía eficazmente el dolor inducido por el movimiento, el dolor en reposo y la fatiga en pacientes con fibromialgia. El protocolo permitió a los fisioterapeutas actuar con total libertad para diseñar el plan de tratamiento y debían explicar el funcionamiento del dispositivo de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea. A los pacientes se les pidió que usaran el dispositivo (del tamaño de una tarjeta de crédito, aproximadamente) durante dos horas diarias mientras realizaban actividad física. El seguimiento se extendió 6 meses. Resultado: A partir del día 30 y hasta el día 180, se observaron reducciones significativas en fatiga y en dolor (incluido el reposo), especialmente en el grupo con TENS . En el grupo control, la mejora solo apareció tras incorporar TENS. El 72 % del grupo TENS+ fisioterapia reportó una mejoría significativa en el potencial evocado motor en comparación con el 51 % del grupo de fisioterapia sola. La reumatóloga Sonali Khandelwal destacó su valor por tratarse de una intervención no farmacológica, bien tolerada y efectiva contra dolor basal y fatiga.

Los agonistas del receptor GLP-1, diseñados para mejorar el control glucémico y reducir peso, están mostrando efectos relevantes sobre la salud sexual masculina y femenina. En hombres con obesidad o diabetes, diversos estudios señalan que estos fármacos incrementan la testosterona total y las gonadotropinas (LH y FSH), además de reducir peso y HbA1c. Este reequilibrio hormonal se traduce en mejoras en la función eréctil y el deseo sexual, especialmente en casos de hipogonadismo funcional. Incluso frente a otros tratamientos antidiabéticos, los GLP-1 destacan por elevar más las gonadotropinas y la globulina transportadora de hormonas sexuales (SHBG), traduciéndose en un mayor deseo sexual, mejor función eréctil y espermatogénesis. En pacientes con diabetes tipo 2 y disfunción eréctil, la combinación de metformina con liraglutida o dulaglutida mostró resultados superiores a la monoterapia, reflejados en puntuaciones más altas en el índice internacional de función eréctil. Sin embargo, la respuesta no es uniforme: algunos hombres experimentan beneficios claros, mientras que otros presentan efectos neutros o incluso negativos, lo que obliga a un enfoque individualizado. En mujeres, el panorama es más incierto. Aunque la investigación es escasa, empiezan a documentarse casos de anorgasmia y disminución del deseo sexual tras iniciar tratamiento con agonistas GLP-1 o combinados con GIP. Los mecanismos propuestos incluyen alteraciones neurohormonales y vasculares, así como la modulación de circuitos dopaminérgicos relacionados con el placer y la recompensa. Curiosamente, algunas pacientes describen la pérdida de apetito sexual como paralela a la supresión del hambre, lo que sugiere una conexión funcional entre ambos impulsos. No obstante, otras mujeres reportan mejoras en deseo y autoestima tras perder peso, lo que confirma la variabilidad individual. Pese a su impacto mediático, los expertos advierten que estos resultados deben interpretarse con cautela: la encuesta es auto-reportada, no distingue entre usos clínicos y estéticos, y refleja percepciones más que mecanismos fisiológicos reales. En otras palabras: refleja cómo las personas “viven” su experiencia con los GLP-1, no lo que el fármaco hace realmente en el cuerpo.

El consumo de alcohol, tabaco y cannabis entre estudiantes españoles de 14 a 18 años ha alcanzado mínimos históricos , según la Encuesta sobre Uso de Drogas en Enseñanzas Secundarias ( ESTUDES) 2025 , presentada por el Ministerio de Sanidad. Este estudio, que se realiza desde 1994, refleja una tendencia descendente en el uso de estas sustancias. En 2025, el 51% de los jóvenes declaró haber consumido alcohol en el último mes, frente al 15% en el caso del tabaco y el 11,6% para el cannabis. Además, los episodios de consumo intensivo de alcohol (binge drinking) se reducen al 24,7%, la cifra más baja desde que se mide este indicador. La ministra de Sanidad, Mónica García, destacó que las nuevas generaciones están redefiniendo el ocio y la salud, mientras que la encuesta también muestra un aumento en la percepción de los riesgos asociados al consumo de drogas. Aunque el uso de cigarrillos electrónicos en los últimos 30 días ha experimentado un ligero incremento, los datos sobre consumo anual o alguna vez en la vida se mantienen estables respecto a la edición anterior (2023). En general, el informe confirma una disminución o estabilización en todas las sustancias psicoactivas analizadas.

La depresión mayor es un trastorno muy común, pero también muy diverso, lo que dificulta entender sus causas. Este estudio se centró en una idea clave: la edad en que aparece la depresión puede revelar diferencias importantes en su origen genético. Para investigarlo, los científicos analizaron datos de biobancos nórdicos, que incluyen información genética y médica de miles de personas. Compararon dos grupos: quienes desarrollaron depresión antes (inicio temprano, eoMDD) y quienes la desarrollaron más tarde (inicio tardío, loMDD). Encontraron que el grupo de inicio temprano tiene más señales genéticas específicas: 12 regiones del genoma asociadas, frente a solo 2 en el grupo tardío. Aunque ambos tipos comparten cierta base genética, no son iguales. De hecho, la depresión temprana parece estar más relacionada con genes que influyen en el desarrollo del cerebro. Un hallazgo muy relevante es que las puntuaciones de riesgo genético (PRS) para la depresión temprana pueden predecir la probabilidad de intento de suicidio en los 10 años posteriores al diagnóstico. Las personas con mayor riesgo genético tenían un 26% de probabilidad, frente al 12% en las de menor riesgo. Esto significa que la genética podría ayudar a identificar a quienes necesitan más apoyo y prevención. En resumen, la edad de inicio no solo es un dato clínico: también refleja diferencias biológicas importantes. Estos resultados abren la puerta a una psiquiatría más personalizada, donde el tratamiento y la prevención se adapten al perfil genético de cada paciente. Comentado en News from Karolinska Institutet

Artículo de opinión publicado en Redacción Médica que alerta sobre una brecha creciente en la sostenibilidad del Sistema Nacional de Salud (SNS). No se trata de una cuestión ideológica, sino técnica: aunque el SNS es universal, no es ilimitado. La legislación garantiza atención a la población vulnerable (embarazadas, menores, salud pública), pero también cubre a personas que no cumplen requisitos de aseguramiento —nacionales o extranjeros— asumidas igualmente por el sistema. En estos casos, corresponde a Admisión y Documentación Clínica, , en colaboración con los departamentos de Facturación, garantizar que cada acto asistencial tenga un responsable financiero identificado. Que exista un “quién paga”, no para excluir, sino para que el sistema pueda seguir incluyendo a todos. Esto genera tensiones frecuentes en los mostradores de Urgencias, en los que los pacientes desconocen que su atención conlleva un coste para el sistema, incluso si no se cobra directamente. Se destaca la necesidad de un marco nacional unificado para definir criterios homogéneos en la identificación de responsables financieros. En conclusión, garantizar la sostenibilidad del SNS depende de que cada acto sanitario tenga asignado un responsable financiero, gestionado eficazmente por médicos documentalistas. Para ello, es esencial un marco normativo homogéneo, mayor reconocimiento de esta profesión y medidas que eviten desequilibrios financieros en el sistema.

La semaglutida, conocida comercialmente como Ozempic y Wegovy, no logró frenar la progresión del Alzheimer en dos ensayos clínicos de fase 3 ( evoke y evoke+ ) con 3.808 participantes, según informó Novo Nordisk. El interés por este fármaco surgió tras observar en estudios previos sobre diabetes una menor incidencia de síntomas de Alzheimer en quienes lo tomaban. Esto generó expectativas de que pudiera convertirse en el primer tratamiento accesible y seguro para ralentizar la enfermedad. Los ensayos incluyeron personas mayores de 55 años con diagnóstico de Alzheimer y deterioro cognitivo leve o demencia leve, que recibieron semaglutida oral. El objetivo era retrasar la progresión de los síntomas y prolongar el tiempo sin discapacidad. Sin embargo, los resultados preliminares muestran que el fármaco no fue superior al placebo en reducir la progresión de la enfermedad. A pesar de ello, se observaron mejoras en biomarcadores relacionados con el Alzheimer. Novo Nordisk presentará los datos principales el 3 de diciembre en un congreso en San Diego y publicará los resultados completos en marzo de 2026. Aunque los ensayos estaban previstos hasta octubre de 2026, la compañía decidió finalizarlos anticipadamente tras analizar los datos actuales.

Por primera vez en Estados Unidos, un gemelo idéntico ha sido condenado gracias a diferencias genéticas detectadas en su ADN, marcando un hito en la justicia forense. El caso se remonta a 1987, cuando una cajera de una gasolinera en Woodbridge, Virginia, fue agredida sexualmente a punta de cuchillo. El agresor dejó semen en la escena, pero durante décadas el ADN no coincidió con ningún perfil en la base de datos CODIS. En 2019, detectives especializados en casos sin resolver reabrieron la investigación y recurrieron a Parabon NanoLabs, empresa pionera en genealogía genética. Su análisis reveló que el ADN del agresor coincidía con una familia que incluía gemelos idénticos, lo que normalmente imposibilita la identificación, ya que comparten casi todo su genoma. Sin embargo, los científicos aplicaron secuenciación profunda del genoma para encontrar mutaciones somáticas: pequeñas variaciones adquiridas tras la división embrionaria. Estas diferencias, aunque mínimas, son únicas y permitieron distinguir a los hermanos. Tras obtener muestras de ambos gemelos, se comprobó que las mutaciones del semen correspondían a Russell Marubbio, de 54 años, quien fue declarado culpable el 21 de agosto. La fiscalía destacó que esta técnica se admitió por primera vez en un tribunal estadounidense, consolidando un precedente legal. El proceso incluyó genealogía avanzada, reconstrucción de árboles familiares y colaboración entre laboratorios y detectives en varios estados. Este avance se suma a otros casos emblemáticos, como el del Golden State Killer, y demuestra cómo la combinación de tecnología genética y bases de datos está revolucionando la resolución de crímenes antiguos. Los análisis genéticos para diferenciar gemelos idénticos son cada vez más frecuentes, impulsados por avances científicos y formación policial. Aunque costosos, pueden ser rentables frente a décadas de investigación. Su aplicación judicial, como en el caso Marubbio, supone un gran avance para atrapar delincuentes y prevenir nuevos crímenes. En conclusión, la identificación mediante mutaciones somáticas abre una nueva era en la investigación forense, permitiendo superar la barrera que suponían los gemelos idénticos y ofreciendo herramientas para atrapar agresores que antes quedaban impunes.


