DESTACADO
NOTICIAS

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) es una afección crónica e incapacitante. Si bien la terapia cognitivo-conductual (TCC) es un tratamiento de primera línea para el TAG, el acceso a este tratamiento es limitado; los programas de TCC digital (TCCD) podrían tener el potencial de superar las barreras para un tratamiento eficaz y ampliar el alcance y el impacto de los terapeutas. El objetivo de este estudio fue evaluar la efectividad de la TCCD administrada por teléfono inteligente en comparación con una condición de control de psicoeducación activa para el tratamiento del TAG. Resultado: En este ensayo clínico aleatorizado en el que participaron 351 adultos con TAG, una terapia cognitivo conductual digital (TCDC) administrada por teléfono inteligente produjo mayores tasas de reducción y remisión de la ansiedad en comparación con la psicoeducación. Dadas las limitaciones en el acceso a la TCC con respaldo empírico, un programa eficaz de TCCD tiene un claro potencial de beneficio para la salud pública.

El posparto es una fase de alto riesgo para la salud materna e infantil, sin embargo, los predictores de la recurrencia del trastorno bipolar (TB) durante este período siguen sin estar claros, en particular con respecto a las distinciones entre el TB tipo I y II. Este estudio observacional retrospectivo evaluó las tasas y correlatos clínicos de episodios de estado de ánimo posparto en 248 mujeres con antecedentes de al menos un embarazo, afectadas por TB I (n: 89) y TB II (n: 159). Las participantes se dividieron en dos grupos según la presencia/ausencia de episodios de estado de ánimo posparto. Resultados El 29,4% de la muestra total presentaron antecedentes de episodios de alteración del estado de ánimo en el posparto, con una mayor prevalencia en el TB I que en el TB II (30,3% frente a 27,0%). Una edad de inicio del TB más tardía se asoció significativamente con un menor riesgo de recurrencias posparto tanto en el TB I como en el TB II. En el TB I, las mujeres con episodios periparto presentaron la menarquia a una edad más temprana (36,0% frente a 10,0%). En el TB II, las pacientes con recurrencias periparto presentaron una primera hospitalización más temprana y mayores tasas de comorbilidades médicas. Conclusión Estos hallazgos indican que, en el TB I, los factores constitucionales hereditarios subyacentes (como la edad de inicio y la edad de la menarquia) pueden influir en el riesgo de episodios posparto, mientras que en el TB II la recurrencia parece estar más relacionada con la gravedad de la enfermedad (como la edad de la primera hospitalización y las comorbilidades médicas). Dada la falta de predictores establecidos para las recurrencias perinatales, se justifican estudios adicionales para validar y ampliar estos hallazgos, mejorando así la comprensión del riesgo de recurrencia del estado de ánimo durante el período posparto.

En Japón, el envejecimiento extremo de la población ha generado una crisis silenciosa que se manifiesta en episodios trágicos como el de Masato Watabe, un hombre de 79 años que confesó haber asfixiado a su madre centenaria en un acto que describió como “caridad”. El caso ha reavivado el debate sobre la “fatiga del cuidador” , agotamiento físico, emocional y económico que sufren quienes atienden a familiares ancianos sin apoyo suficiente. Japón es el país más envejecido del mundo: casi el 30% de su población supera los 65 años, uno de cada diez ciudadanos tiene más de 80, y existen unos 90.000 centenarios. Este fenómeno ha creado estructuras familiares frágiles, donde hijos septuagenarios o octogenarios cuidan a padres nonagenarios, en condiciones de aislamiento y con escasos recursos. Aunque el sistema japonés presume de seguros avanzados para cuidados prolongados, las listas de espera son extensas y los costos, elevados, especialmente en zonas rurales. Tras el crimen de Watabe, surgieron voces que pedían comprensión, argumentando que el hombre actuó tras años de agotamiento y soledad. Otros, en cambio, exigieron firmeza judicial, subrayando que el homicidio nunca es justificable. Sin embargo, ambos discursos coincidieron en la urgencia de reforzar políticas públicas que alivien la carga de los cuidadores y amplíen los servicios asistenciales. Este caso no es aislado: en noviembre, una mujer de 71 años fue condenada por matar a su madre de 102, y otra fue arrestada en Nagano por un hecho similar. Según investigaciones, entre 2011 y 2021 se registró en Japón un suicidio o asesinato vinculado al cuidado cada ocho días. Sociólogos advierten que detrás de estos crímenes subyacen factores culturales —el deber moral de cuidar a los padres— y una soledad estructural que, combinadas, pueden convertir el sacrificio en desesperación.

Aspectos más relevantes: Se recomienda el uso de agentes farmacológicos en el trastorno por atracón, especialmente al principio, cuando los pacientes no han experimentado plenamente los beneficios de la psicoterapia. La lisdexanfetamina es el único fármaco aprobado por la FDA para el trastorno por atracón, pero se han evaluado otros medicamentos en estudios, como antidepresivos, anticonvulsivos, estimulantes, antagonistas de los receptores opioides y medicamentos para la obesidad. El trastorno por atracón se asocia comúnmente con otras condiciones médicas y psiquiátricas comórbidas, que pueden guiar la selección de agentes farmacológicos para abordar los síntomas objetivo del trastorno por atracón, como los antidepresivos en personas con trastorno por atracón y síntomas depresivos o ansiosos, los agonistas del péptido similar al glucagón-1 en caso de coexistir un peso elevado o glucosa en sangre, lisdexanfetamina o metilfenidato en casos que se asocian con trastorno por déficit de atención e hiperactividad, o topiramato en casos de trastorno por atracón y migrañas. Los objetivos de la terapia pueden incluir la disminución del número de atracones, la preocupación por la imagen corporal, los pensamientos sobre la comida y las consiguientes alteraciones del estado de ánimo relacionadas con los hábitos alimentarios. La pérdida de peso no es un objetivo universal del tratamiento, ya que no todos los pacientes con trastorno por atracón tienen sobrepeso, y la pérdida de peso no indica el control de los síntomas del trastorno. Si bien se observa pérdida de peso con muchos fármacos para el trastorno por atracón, existen medicamentos que no afectan al peso, como los antidepresivos, que pueden ser eficaces.

La asociación entre el uso de las redes sociales y la salud mental juvenil sigue siendo poco conocida, y revisiones sistemáticas recientes presentan hallazgos inconsistentes y contradictorios. Estas discrepancias reflejan la excesiva dependencia de las estimaciones de uso autoinformadas, la falta de seguimiento pasivo del comportamiento y la limitada medición de los estados de salud mental momentáneos. En este estudio de cohorte, una intervención de desintoxicación de redes sociales de una semana redujo significativamente los síntomas de ansiedad en un 16,1 %, depresión en un 24,8 % e insomnio en un 14,5 %, especialmente en personas con mayor gravedad de síntomas iniciales. Estos hallazgos sugieren que las intervenciones de cambio de comportamiento digital pueden mejorar la salud mental; sin embargo, la durabilidad de estos resultados y su impacto en el comportamiento justifican estudios adicionales, especialmente en una población más diversa.

El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) en la infancia se asocia con diversos resultados adversos a largo plazo. El objetivo de este estudio de cohorte poblacional neozelandesa fue examinar las asociaciones entre los síntomas de TDAH a los 14-16 años de edad y los resultados de salud mental y funcionamiento psicosocial a los 40 años. Resultados Los adolescentes en el cuartil más alto de síntomas de TDAH entre los 14 y los 16 años presentaron un riesgo elevado de trastorno por consumo de sustancias, depresión, ideación suicida, delitos y desempleo durante los primeros años de la edad adulta. Además, presentaban menores ingresos económicos, vivienda propia, estabilidad en sus relaciones y un nivel de vida más bajo. La magnitud de estas asociaciones se atenuó tras ajustar por factores de confusión y el efecto de la coexistencia de trastorno de conducta y trastorno negativista desafiante. Sin embargo, en los modelos ajustados, los síntomas de TDAH se mantuvieron asociados con una mayor probabilidad de consumo de sustancias y delitos, con razones de probabilidades que oscilaron entre 1,4 y 1,6. Conclusión: Los niveles más altos de síntomas de TDAH en la adolescencia se asocian con problemas de consumo de sustancias y delitos en la edad adulta. Se necesitan actividades de prevención secundaria a largo plazo para detectar y gestionar los problemas coexistentes en adultos con antecedentes de TDAH.

Noticia publicada en Redacción Médica : La OMS ha calificado a los agonistas del receptor GLP-1 , presentes en medicamentos como Wegovy, Mounjaro y Ozempic como fármacos esenciales. Sin embargo, según Irene Bretón, coordinadora del Área de Obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), España no está preparada para financiar ni implementar de forma generalizada los nuevos tratamientos farmacológicos para el tratamiento de la obesidad. Sería un gran reto por "el alto coste económico, la falta de recursos asistenciales y la necesidad de un abordaje multidisciplinar" en esta enfermedad tan multifactorial y compleja.

Los autores exploran cómo reconstruir la narrativa científica de la depresión mayor (MDD, por su sigla en inglés) para reflejar un enfoque más fiel a los conocimientos actuales en neurobiología y comunicación clínica. El texto parte del reconocimiento de que el paradigma dominante de “desequilibrio químico” —particularmente el déficit de serotonina— se ha arraigado tanto en la comunidad médica como en el público general, pese a su debilidad empírica. Este modelo simplista ha fomentado expectativas excesivamente farmacocéntricas y ha generado desconfianza cuando diversas revisiones —como la llevada a cabo por Moncrieff— han cuestionado la validez de la hipótesis de la serotonina. Frente a ello, los autores proponen una reconstrucción del marco conceptual basado en la neuroplasticidad : los factores heterogéneos que contribuyen al TDM convergen en mecanismos de disfunción sináptica que conducen a una actividad y conectividad desadaptativas en regiones cerebrales cognitivas y emocionales clave, lo que encierra al cerebro en una espiral de sesgo de negatividad e inflexibilidad cognitiva. El tratamiento del TDM requiere la activación de la neuroplasticidad para alterar las sinapsis y reconfigurar los circuitos cerebrales, ayudando a los pacientes a superar el bloqueo. En este contexto, explican cómo diversas intervenciones —farmacológicas y no farmacológicas— actúan potenciando la plasticidad neural, restaurando la funcionalidad sináptica, los patrones de activación en redes cerebrales, y facilitando procesos adaptativos emocionales y cognitivos personalizados. Este enfoque neuroplástico no solo abarca los antidepresivos convencionales (monoaminérgicos), sino también tratamientos más recientes —como ketamina y psicodélicos—, así como enfoques psicoterapéuticos y neuromodulatorios. La convergencia de dichos tratamientos demuestra que la mejora no depende exclusivamente de principios neurotransmisores, sino de una acción más profunda sobre la capacidad del cerebro para reorganizarse. El reto para los médicos e investigadores es resumir este conjunto de evidencia de forma que ofrezca una alternativa precisa y accesible a la hipótesis del déficit de serotonina. La comunicación científica enseña que las metáforas son formas poderosas de transmitir información El clínico puede explicar cómo la interacción entre estrés, genética, inflamación y plasticidad cerebral puede inducir un “cerebro atrapado” en las rutinas del sesgo de negatividad y la inflexibilidad cognitiva y emocional, y cómo diversas intervenciones pueden “desatascarlo”.

La desprescripción es fundamental para una buena práctica de prescripción, pero puede ser compleja y la guía disponible es limitada. En septiembre de 2025, la Universidad de Australia Occidental publicó una nueva guía clínica para la desprescripción de medicamentos en personas mayores . Si bien la desprescripción es relevante para pacientes de todas las edades, la guía se centra en las personas mayores porque enfrentan un mayor riesgo de daños relacionados con los medicamentos debido a la mayor prevalencia de multimorbilidad, polifarmacia y medicamentos potencialmente inapropiados. Se ofrecen recomendaciones y buenas prácticas para más de 30 clases de fármacos comúnmente utilizados por personas mayores, que complementan las guías terapéuticas existentes para cada fármaco y enfermedad. También se incluyen recomendaciones y buenas prácticas que abordan la polifarmacia o el uso de múltiples clases de fármacos. En total, hay 185 recomendaciones y 70 declaraciones de buenas prácticas. La guía promueve la toma de decisiones compartida, involucrando al paciente y a su médico de cabecera u otro especialista, para garantizar que las decisiones de desprescripción se ajusten a las preferencias, objetivos y plan de tratamiento general del paciente. Comentado en Australian Prescriber



