Los estudios epidemiológicos han demostrado que el trastorno por consumo de alcohol es un factor de riesgo para la enfermedad de Alzheimer (EA), sin embargo, las pruebas son contradictorias acerca de cómo el consumo de alcohol promueve la patología de EA.
Los resultados de este estudio informan que el etanol aumenta la atrofia cerebral y aumenta el número de placas amiloides. Desde el punto de vista clínico, el consumo moderado de alcohol produce una interacción con los fenotipos relacionados con EA que conlleva una potenciación de la patología, la disfunción conductual y el deterioro metabólico relacionados con la EA.
Comentado en 20minutos.
En este otro artículo publicado en
The Conversation se hace un repaso general de cómo el alcohol puede dañar al cerebro.
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