Las quejas de los pacientes sobre poliuria relacionada con el litio siempre deben ser investigadas y abordadas rápidamente utilizando herramientas prácticas, como la osmolalidad de la orina de la madrugada (EMUO), el recuerdo de ingesta de líquidos (FIR) de 24 horas y el uso de amiloride, inhibidor del canal de sodio epitelial (ENaC). La implementación de procedimientos de detección de rutina en la práctica clínica, el suministro de recipientes para muestras a los pacientes y el uso oportuno de amilorida y, ocasionalmente, acetazolamida como complemento son los medios modernos para controlar este importante efecto adverso relacionado con el litio. El conocimiento de que la poliuria no tratada puede derivar en otras formas de disfunción renal y la comprensión de por qué la amilorida es el tratamiento específico para este problema, con suerte, infundirá confianza para recetar litio a pacientes con antecedentes de manía (y otros trastornos del estado de ánimo).
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