Preguntas y respuestas sobre indicaciones y manejo de efectos secundarios de la clozapina

11 de septiembre de 2024

Este artículo se centra en el manejo de los efectos adversos relacionados con la clozapina y en cómo abordar la respuesta insuficiente a los síntomas positivos con este medicamento.

Sobre los efectos adversos se discuten las mejores prácticas para manejar la sedación, la taquicardia, el estreñimiento y la fiebre durante el tratamiento con clozapina.

Hago un resumen del artículo aunque lo mejor es leerlo de forma completa y sin prisa.

Sialorrea.

Es un efecto adverso potencialmente grave debido a su impacto en la adherencia a la medicación y al aumento del riesgo de neumonía. Aunque el uso de antagonistas muscarínicos es una estrategia para tratar este problema, la exposición crónica a anticolinérgicos de acción sistémica aumenta el riesgo de íleo. La clozapina y otros anticolinérgicos tienen efectos aditivos en el riesgo de íleo. La aparición del íleo se produjo en promedio más de 3 años después de la primera prescripción del fármaco causante. Es preferible el uso de anticolinérgicos administrados con absorción sistémica limitada (p. ej., gotas de atropina al 1 %, aerosol de ipratropio al 0,06 %) o inyecciones de toxina botulínica en las glándulas salivales.

Síndrome Neuroléptico Maligno (SNM)

En general, el riesgo de SNM está relacionado con la potencia del antagonismo del receptor D2 de dopamina, y se observa un mayor riesgo y resultados más graves entre los pacientes tratados con un antisicótico de primera generación (APG). Sin embargo, hay informes de casos que describen SNM con casi todos los antipsicóticos que poseen antagonismo D2, incluidos los agonistas parciales de los antipsicóticos de segunda generación (ASG), como el aripiprazol, y los antagonistas D2 débiles, como la quetiapina y la clozapina.

La disponibilidad de múltiples medicamentos con baja ocupación del receptor D2 y bajo riesgo de efectos adversos relacionados con D2 en ensayos de esquizofrenia (por ejemplo, lumateperona) proporciona alternativas razonables a la clozapina, y la clozapina se reserva para aquellos raros pacientes que no pueden tolerar otros ASG. 

Sedación excesiva a pesar de utilizar dosis bajas de clozapina, los datos sobre las intervenciones farmacológicas no son muy positivos. Vale la pena señalar que el uso de modafinilo no induce exacerbación de los síntomas positivos. Hay datos alentadores sobre el beneficio del metilfenidato de liberación prolongada en series de casos y sin evidencia de exacerbación de los síntomas positivos. El uso de pitolisant puede ser otra opción, aunque no hay estudios. Es un antagonista de la histamina H3, aprobado para el tratamiento de la somnolencia diurna excesiva en adultos con narcolepsia.

Taquicardia asintomática leve con clozapina (90-120 latidos por minuto)

Aunque los pacientes no necesariamente se quejan de taquicardia, la taquicardia no tratada a largo plazo aumenta la mortalidad por todas las causas y está específicamente asociada con un mayor riesgo de múltiples resultados cardíacos adversos, incluida la muerte súbita y la insuficiencia cardíaca. El objetivo del tratamiento es una frecuencia cardíaca en reposo lo más cercana posible a la media adulta de 65 ppm.

El medicamento de elección es el atenolol, un antagonista selectivo del receptor adrenérgico β1 con efectos limitados en el sistema nervioso central (SNC) y sin interacciones farmacológicas significativas. El propanolol, altamente lipofílico, a menudo se evita debido a su penetración en el SNC y el riesgo asociado de sedación.

Estreñimiento.

El estreñimiento es un problema muy frecuente en las persona que toman clozapina y puede estar asociado con resultados graves y potencialmente fatales debido al íleo. Como muchos pacientes con tiempos de tránsito lentos pueden no quejarse, se aconseja que todos los pacientes tratados con clozapina deben recibir profilaxis al inicio del tratamiento comenzando con docusato, luego agregando un agente osmótico (p. ej., polietilenglicol 3350) y luego un laxante estimulante (bisacodilo o sena).

Abordaje de la fiebre durante el tratamiento con clozapina

La fiebre benigna no es infrecuente; el 20% de los pacientes pueden experimentar fiebre durante las primeras semanas de tratamiento.

Pueden producirse casos esporádicos raros de serositis después del uso prolongado de clozapina, pero la mayoría de los casos de miocarditis y nefritis aparecen durante las primeras 6 semanas después del inicio. Se debe realizar rápidamente una evaluación para detectar causas típicas de fiebre, miocarditis (troponina I o T, proteína C reactiva, ECG) y nefritis (creatinina sérica).

Si es necesario suspender la clozapina, se deben administrar anticolinérgicos para mitigar el rebote colinérgico en una proporción de 1 mg de benztropina o 25 mg de difenhidramina por cada 50 mg de clozapina (en no fumadores) o 100 mg de clozapina (en fumadores).

Falta de respuesta a la clozapina

Un consenso de expertos aconseja el uso de un segundo antipsicótico o la intensificación con terapia electroconvulsiva para controlar la respuesta inadecuada de los síntomas positivos en los pacientes tratados con clozapina. Entre las opciones antipsicóticas, hay datos de respaldo para varios medicamentos APG y ASG, incluido el agonista parcial de la dopamina aripiprazol, por lo que el médico debe elegir qué perfil de medicación (por ejemplo, agonista parcial vs. antagonista, APG vs. ASG) parece apropiado.

Se deben evitar los antipsicóticos con propiedades anticolinérgicas (p. ej., quetiapina, olanzapina, clorpromazina) debido al mayor riesgo de íleo.

Por Alfredo Calcedo 25 de abril de 2025
Entrevista a la Dra. Carmen Hoyos, representante nacional de la sección de médicos jubilados de la Organización Médica Colegial (OMC), que reivindica un cambio de paradigma sobre el papel del médico jubilado en la sociedad y el sistema sanitario español. En su opinión, el término ‘jubilado’ no refleja la realidad de un colectivo que todavía tiene mucho que aportar y se plantea como objetivo visibilizar la importancia de los médicos sénior en una sociedad que envejece rápidamente.
Por Alfredo Calcedo 25 de abril de 2025
Una encuesta estadounidense/canadiense a jóvenes de minorías sexuales y de género, de 15 a 29 años, sugiere que una proporción considerable de jóvenes que usan antidepresivos pueden experimentar efectos secundarios sexuales persistentes (hipoestesia genital persistente postratamiento). La frecuencia de hipoestesia genital persistente postratamiento entre los usuarios de antidepresivos fue del 13,2 % en comparación con el 0,9 % entre los usuarios de otros medicamentos. Comentado en Psypost
Por Alfredo Calcedo 25 de abril de 2025
Artículo periodístico publicado en el New York Times que recoge la opinion de algunos expertos que cuestionan el modelo médico tradicional del TDAH y cómo tratarlo. Algunos científicos han comenzado a cuestionar el concepto tradicional del TDAH como una categoría médica inmutable y esencial —algo que simplemente se tiene o no, algo arraigado en lo profundo del cerebro— y consideran que éste es un modelo inexacto e inútil. Según la investigadora británica Sonuga-Barke, la noción tradicional de que existe una categoría natural de "personas con TDAH" que los médicos pueden medir y definir objetivamente "simplemente no parece ser cierta". Por otro lado algunos estudios apuntan que el metilfenidato permite trabajar más rápido a los niños con TDAH y mejorar la conducta en el aula pero no está claro que mejore la capacidad cognitiva y el rendimiento académico La idea general es que el TDAH se produce por una combinación de factores biológicos y ambientales, aunque hay poco consenso sobre la importancia relativa de cada uno. Sin embargo, esto tiene ciertas implicaciones, incluyendo la cuestión de la medicación. Si ya no estamos seguros de que el TDAH tenga una base puramente biológica, ¿tiene sentido que nuestro tratamiento habitual siga basándose en la biología? El modelo psicosocial de Sonuga-Barke, considera los síntomas de TDAH de una persona, al menos en parte, son resultado de una inadaptación a un entorno específico y resalta el papel del entorno del niño en la progresión de sus síntomas. Cada vez más, las investigaciones sugieren que, para muchas personas, el TDAH podría considerarse una afección situacional, que lo padece en algunas circunstancias pero no en otras y que los síntomas a veces, son temporales, en lugar de un trastorno que se presenta de forma continuada e inmutable.
Más entradas