Revisión de la literatura sobre el síndrome serotoninérgico (SS).
Resumen del artículo:
El SS es un efecto adverso poco común pero potencialmente grave, causado por un exceso de serotonina en el sistema nervioso central (SNC).
El diagnóstico de SS se basa en la presencia de síntomas clínicos, que pueden incluir agitación, confusión, frecuencia cardíaca elevada, presión arterial alta, pupilas dilatadas, rigidez muscular, temblores, sudoración y diarrea.
Existe una lista cada vez mayor de medicamentos asociados con el riesgo de SS. Algunas de las clases comunes de fármacos que pueden contribuir al desarrollo del SS incluyen inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina, inhibidores de la recaptación de serotonina y norepinefrina, inhibidores de la monoaminooxidasa, antidepresivos tricíclicos, estimulantes (p. ej., anfetaminas y cocaína), litio, opioides, fármacos utilizados para fines recreativos como éxtasis (MDMA) y algunos suplementos a base de hierbas (por ejemplo, hierba de San Juan). El SS puede ocurrir cuando estos medicamentos se toman solos o en combinación, especialmente cuando se agrega un nuevo medicamento o se cambia la dosis de un medicamento existente
Además, los fármacos serotonérgicos se metabolizan mediante la familia de enzimas citocromo P450. Si la actividad de las enzimas citocromo P450 está comprometida, el metabolismo de algunos fármacos serotonérgicos puede reducirse, lo que aumenta las posibilidades de SS. Los pacientes que reciben dosis más grandes de fármacos serotoninérgicos están especialmente en riesgo y el SS generalmente aparece dentro de un día de exposición al factor causal. Diferenciar el SS de otros síndromes con una presentación similar es bastante difícil. Algunas manifestaciones neurológicas de enfermedades como el síndrome neuroléptico maligno, la hipertermia maligna, la toxicidad anticolinérgica y los efectos del SNC de algunas enfermedades infecciosas, como la meningitis y la encefalitis, se asemejan mucho al SS.
El tratamiento del SS generalmente implica suspender el uso de la sustancia que causó los niveles excesivos de serotonina y brindar atención de apoyo, como líquidos y electrolitos intravenosos. En casos graves, se pueden usar benzodiazepinas para controlar la agitación y la rigidez muscular, mientras que se pueden usar antagonistas de la serotonina, como la ciproheptadina, para reducir los niveles de serotonina.
La revisión de la literatura señala un desconocimiento general entre los médicos sobre esta condición o los medicamentos asociados a ella. En consecuencia, se pasa por alto esta condición potencialmente fatal. Existe la necesidad de actualizaciones periódicas de información y recordatorios para todos aquellos profesionales que recetan medicamentos a los pacientes.
Esta revisión ayudará a aumentar la conciencia de los profesionales de la salud sobre este síndrome que está en aumento debido al uso creciente de sustancias serotonérgicas, que incluyen medicamentos, suplementos alimenticios y drogas recreativas.
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