Usar cafeína para inducir estados de flujo.
Artículo de opinión que revisa los efectos psicológicos y biológicos de la cafeína, en particular explora cómo la cafeína, como antagonista no selectivo de los receptores de adenosina, puede ser un potencial inductor del estado de flujo, que es un estado altamente gratificante caracterizado por la afectividad positiva y la absorción total en la tarea.
Estado de flujo: estado mental operativo en el cual una persona está completamente inmersa en la actividad que ejecuta. Se caracteriza por un sentimiento de enfocar la energía, de total implicación con la tarea, y de éxito en la realización de la actividad.
Algunos puntos clave de este artículo:
- La cafeína puede promover la motivación y reducir la aversión al esfuerzo, facilitando así el estado de flujo.
- La cafeína aumenta el flujo al aumentar la variabilidad de la frecuencia cardíaca parasimpática de alta frecuencia.
- La modulación endocannabinoide estriatal por la cafeína mejora la tolerancia al estrés y el flujo.
- El uso crónico de cafeína altera la actividad de la red cerebral, lo que resulta en una mayor alerta y flujo.
- La cafeína reconfigura el sistema de recompensa de dopamina en el TDAH para una mejor atención y flujo por lo que puede resultar de ayuda para el tratamiento del TDAH.
También informa sobre limitaciones e inconvenientes del uso de cafeína. Al consumir cafeína se debe tener en cuenta el posible desarrollo de adicción a sustancias y efectos secundarios relacionados con la ingesta excesiva de cafeína (más de 500 mg/d), como ansiedad, irritabilidad, inquietud, taquicardia alteraciones del sueño, psicosis o incluso muerte. Ingestas de 35 – 40 mg/kg de cafeína resultan mortales.


