Según un estudio con modelos animales publicado en la revista Neuron, la privación aguda de sueño ejerce una acción antidepresiva, mantenida durante unos días.
Este efecto antidepresivo y euforizante de la deprivación de sueño está mediado por una hiperactividad dopaminérgica en determinados circuitos cerebrales relacionados con las áreas de recompensa del cerebro.
Durante el periodo de deprivación de sueño no solo se observó un aumento de la liberación de dopamina sino que también aumentó la sinaptogénesis en el área de la corteza prefrontal medial, literalmente reconectando el cerebro para mantener el estado de ánimo alegre durante los días siguientes.
Aunque el efecto antidepresivo de la deprivación de sueño es conocido desde hace tiempo, no se utiliza habitualmente en la clínica debido a que estos efectos son transitorios.
Comentado en Diario Médico
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