Antagonistas opioides: utilidad clínica, farmacología, seguridad y tolerabilidad
11 de diciembre de 2024
Artículo que revisa el uso clínico, la farmacología, la seguridad y la tolerabilidad de los antagonistas de opioides aprobados por la FDA. Los antagonistas opioides bloquean los receptores opioides, lo que les permite ser útiles en varias indicaciones terapéuticas.
Resumen:
- Sistema de opioides: Los receptores opioides (mu, delta y kappa) están distribuidos por todo el cuerpo y juegan un papel en funciones como la percepción del dolor, el estado de ánimo y la función gastrointestinal.
- Antagonistas de opioides de acción central: Incluyen samidorfán, nalmefeno, naltrexona y naloxona. Estos se utilizan para tratar trastornos por uso de opioides y alcohol, y para revertir sobredosis de opioides. También se usan en la gestión del peso y para mitigar el aumento de peso asociado con la olanzapina en el tratamiento de la esquizofrenia o el trastorno bipolar I.
- Antagonistas de opioides de acción periférica: Se utilizan principalmente para tratar el estreñimiento inducido por opioides y para acelerar la recuperación gastrointestinal después de cirugías intestinales.
- Seguridad y tolerabilidad: Los antagonistas de opioides generalmente son bien tolerados y no están asociados con dependencia fisiológica o abuso. Sin embargo, pueden precipitar la abstinencia aguda en pacientes que usan agonistas opioides y aumentar el riesgo de sobredosis si se intenta superar el bloqueo de los receptores opioides.
- Farmacología: Los antagonistas de opioides tienen diferentes perfiles de antagonismo para los receptores mu, delta y kappa, lo que influye en sus efectos terapéuticos y secundarios.
El artículo concluye que los antagonistas de opioides ofrecen beneficios terapéuticos diversos basados en su farmacología y sitios de acción, y que comprender sus matices respectivos facilita su uso seguro y efectivo.
El artículo analiza el preocupante aumento de la obesidad a nivel global, destacando que para 2030 se proyecta que cerca de 3,000 millones de adultos vivirán con sobrepeso u obesidad, lo que representa aproximadamente el 50% de la población adulta mundial. Este fenómeno no solo afecta la salud pública, sino también la economía y la productividad global. Además, el texto aborda las causas de la obesidad, como dietas poco saludables y estilos de vida sedentarios, y las consecuencias, incluyendo enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y algunos tipos de cáncer. Uno de los aspectos más preocupantes de esta crisis de salud global es la tendencia creciente de la obesidad infantil, con cifras alarmantes: por ejemplo, en Estados Unidos, la experimentan el 19,7 % de los niños y adolescentes; en México el 30% y en España el 18,6%.

El artículo explora las razones detrás de las mentiras en los niños pequeños, destacando que estas suelen ser estrategias para evitar consecuencias negativas o mantener una imagen positiva ante los demás. También se menciona que los niños aprenden a mentir observando a los adultos y que, debido a su desarrollo cognitivo, no siempre son conscientes de las implicaciones de sus mentiras. El texto analiza cómo las habilidades cognitivas y socioemocionales influyen en este comportamiento y cómo los niños interiorizan la idea de que mentir puede ser aceptable en ciertas situaciones.

El consumo de nicotina es frecuente en la esquizofrenia, posiblemente debido a su mejoría en el funcionamiento cognitivo. Sin embargo, los estudios revelan que la nicotina y los agonistas nicotínicos α7 no son una terapia eficaz para la mejora cognitiva. Estos hallazgos contradictorios plantean la pregunta: ¿cuál es el mecanismo neuronal subyacente de la nicotina? Utilizando estudios basados en datos, investigan la relación entre la actividad cerebral y el consumo de nicotina. Los datos sugieren que la nicotina podría mejorar el rendimiento cognitivo al normalizar la hiperconectividad de la red neuronal por defecto (RND) en la esquizofrenia.