El artículo aborda cómo la violencia de género afecta el cerebro de las mujeres que la sufren. La violencia de género es un problema grave que afecta a casi una de cada tres mujeres en todo el mundo. Este tipo de violencia, perpetrada por parejas o exparejas, busca controlar y dañar a las víctimas, generando un estrés inmenso.
Las agresiones físicas y psicológicas continuadas pueden causar daños neuronales detectables en el cerebro. Estudios de neuroimagen han mostrado que el maltrato afecta la sustancia blanca, estructura clave para la conectividad cerebral. Además, los cerebros de las víctimas suelen ser menos voluminosos y presentan surcos más superficiales, lo que puede reducir la capacidad de procesamiento de información.
El artículo también destaca que la violencia de género puede dañar áreas corticales relacionadas con el comportamiento social y estructuras relacionadas con el procesamiento de la información como la amígdala, la corteza prefrontal, el hipotálamo y el hipocampo, lo que puede afectar al comportamiento y a la toma de decisiones. Estos daños pueden afectar la capacidad de planificar, organizar, resolver problemas y adaptarse al entorno.
El estrés generado por la violencia afecta los niveles de sustancias clave para la regulación del estado de ánimo y las emociones, como la serotonina, el cortisol y la dopamina. Esto puede llevar al desarrollo de trastornos depresivos, de ansiedad y otros problemas emocionales.
A pesar de estos daños, el artículo subraya que no tienen por qué ser permanentes. Con el tratamiento adecuado, las víctimas pueden recuperar su calidad de vida, ya que el cerebro tiene una notable capacidad para sanar.
Sociedad Española de Psiquiatría Legal.
Calle de San Bernardo, 13 – 3º dcha.
28015 Madrid
CIF: G80344500
© SEPL 2019 - Todos los derechos reservados