Esta editorial publicada en JAMA, discute los avances recientes en el diagnóstico de la enfermedad de Alzheimer mediante pruebas de sangre. Históricamente, la detección de las proteínas amiloide y tau, marcadores clave de la enfermedad, se realizaba mediante pruebas de líquido cefalorraquídeo y tomografías por emisión de positrones (PET), que son costosas y no están ampliamente disponibles. Sin embargo, los biomarcadores plasmáticos han surgido como una alternativa viable.
Las pruebas de espectrometría de masas y los inmunoensayos ultrasensibles de tau fosforilada 217 (p-tau217) han demostrado correlacionarse bien con las medidas de amiloidosis cerebral y agregación de tau obtenidas mediante líquido cefalorraquídeo y PET. Estas pruebas son específicas para la enfermedad de Alzheimer y han mejorado significativamente la precisión diagnóstica.
La editorial menciona el estudio realizado por Palmqvist et al., que evaluó la precisión de una prueba de sangre basada en la relación de p-tau217 con no-p-tau217 y la relación de amiloide-β 42 con amiloide-β 40 (APS2). Los resultados mostraron una precisión diagnóstica del 91% en comparación con el 61% en atención primaria y el 73% en atención especializada.
Estos avances sugieren que las pruebas de sangre podrían complementar las evaluaciones clínicas y mejorar sustancialmente la precisión diagnóstica en pacientes con deterioro cognitivo debido a la enfermedad de Alzheimer.
Esta editorial también menciona el estudio de Lu et al., que demuestra como los cambios en los biomarcadores hemáticos que se producen en la mediana edad son un factor de riesgo para la demencia en la vejez. Los factores de riesgo potencialmente modificables de hipertensión y diabetes están asociados con este cambio en los biomarcadores.
Este análisis plantea la cuestión de si el tratamiento óptimo reducirá el riesgo futuro de demencia. Los resultados apuntan en esta dirección sin embargo y al igual que la prueba de sangre APS2 utilizada por Palmqvist et al, todavía no son pruebas lo suficientemente precisas para utilizarlas en fases preclínicas de la enfermedad para la predicción del riesgo individual en la mediana edad.
En resumen, las pruebas de sangre para la enfermedad de Alzheimer están en camino de revolucionar el diagnóstico, permitiendo un diagnóstico temprano y preciso, lo que podría mejorar los resultados del tratamiento.
Sociedad Española de Psiquiatría Legal.
Calle de San Bernardo, 13 – 3º dcha.
28015 Madrid
CIF: G80344500
© SEPL 2019 - Todos los derechos reservados