La jueza del Juzgado de Primera Instancia nº 19 de Zaragoza ha dictaminado que un hombre de 40 años debe abandonar la casa de sus padres debido a impago y malos tratos. La relación de parentesco no le otorga derecho al uso de la vivienda, ya que se encontraba en situación de “precario” (algo que se tiene sin titulo, que se utiliza con el permiso del dueño), utilizando el inmueble sin pagar contraprestación alguna. A pesar de que los padres le habían pedido en varias ocasiones que abandonara voluntariamente el domicilio, la convivencia se volvió insostenible debido a la agresividad y amenazas del hijo. La sentencia establece que el hombre, con trabajo estable y solvencia económica, puede adquirir una vivienda propia.
Este fallo podría servir como ejemplo para otras familias en situaciones similares, alentando a que los hijos se independicen y aprendan a ganarse la vida sin ser tan dependientes de sus padres.
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