La COVID-19 deja huella duradera en los cerebros de los adultos jóvenes

12 de febrero de 2025

Un estudio publicado en la revista Brain, Behavior, and Immunity encuentra que los adultos jóvenes que se han recuperado de la COVID-19 muestran patrones distintivos de actividad cerebral durante las tareas cognitivas, incluso si realizan esas tareas con normalidad. Estos cambios en la actividad cerebral son similares a los observados en adultos mucho mayores y son particularmente pronunciados en las personas que informan de “niebla mental”.

El 40% de los estudiantes universitarios informó tener confusión mental debido al COVID-19 y el 37 % presentó deterioro cognitivo hasta 17 meses después de la infección.

La niebla mental se asoció con patrones hemodinámicos prefrontales diferentes en relación con los estudiantes que no habían tenido infección por COVID-19. Estos patrones recuerdan a los observados en adultos cuatro décadas mayores, y esto pareció ser especialmente cierto si informaron haber experimentado niebla mental debido a la COVID-19.

La investigación sugiere que la COVID-19 puede tener efectos sutiles, pero significativos, en la función cerebral que no siempre se detectan en las pruebas cognitivas estándar.

Comentado en Psypost

Por Alfredo Calcedo 29 de abril de 2025
Las pupilas responden a tres tipos distintos de estímulos: se contraen en respuesta al brillo (respuesta pupilar a la luz), se contraen en respuesta a la fijación cercana (respuesta pupilar a la visión cercana) y se dilatan en respuesta al aumento de la excitación y el esfuerzo mental, ya sea desencadenado por un estímulo externo o de forma espontánea. En esta revisión sistemática se investiga la respuesta pupilar de la fase respiratoria. Encuentran que las pupilas tienden a dilatarse durante la exhalación y a contraerse al inicio de la inhalación. La evidencia a favor de estos resultados es todavía inconclusa, con resultados contradictorios, por lo que son necesarios nuevos estudios.
Por Alfredo Calcedo 29 de abril de 2025
Este artículo revisa y resume la literatura existente sobre el riesgo de suicidio entre músicos de todo el mundo , incluyendo la evidencia emergente de Corea. Más allá de una visión romántica, inútil y potencialmente perjudicial del suicidio, este artículo busca abordar la última evidencia epidemiológica objetiva sobre el suicidio entre músicos. Los datos rutinarios de mortalidad para Inglaterra entre 2011 y 2015 muestran que los 4 grupos ocupacionales con el mayor riesgo de suicidio fueron: trabajadores de la construcción; profesionales de acabado de edificios (fontaneros, electricistas, carpinteros…); trabajadores agrícolas; músicos, actores y artistas; y cuidadores. La investigación destaca que los factores de riesgo son más complejos que una visión atormentada del artista. Detrás de los altos niveles de ansiedad y depresión para los artistas están los siguientes factores de riesgo: Inseguridad económica : La naturaleza inestable de la industria musical puede generar estrés financiero significativo. Presión por la perfección : La búsqueda constante de la excelencia artística puede llevar a altos niveles de ansiedad y autoexigencia. Soledad y aislamiento : La vida en giras y la dedicación extrema a la música pueden afectar las relaciones personales y generar sentimientos de aislamiento. Exposición en redes sociales: La presión de la imagen pública y la crítica constante pueden afectar la salud mental de los músicos. Eventos traumáticos : Muchos artistas utilizan experiencias difíciles como inspiración, lo que puede hacer que revivan traumas pasados. Estrés de actuar en público : La ansiedad escénica y la presión de las expectativas pueden ser factores de riesgo adicionales. Uso y abuso de sustancias : La industria musical tiene una alta prevalencia de consumo de drogas y alcohol, lo que puede agravar problemas de salud mental. La conclusión podría ser que los músicos son una población vulnerable que requiere estrategias de intervención específicas sobre prevención del suicidio y salud mental.
Por Alfredo Calcedo 29 de abril de 2025
En este estudio de serie de casos, se investiga la toxicidad y letalidad de los medicamentos implicados en suicidios por intoxicación con medicamentos en Australia entre 2013 y 2019. La letalidad fue relativamente alta para la mayoría de los opioides, psicotrópicos sedantes y antidepresivos tricíclicos. Los medicamentos específicos con valores altos fueron fenobarbital, oxicodona, morfina, clonazepam, nortriptilina y propanolol. La letalidad fue relativamente baja para la risperidona y el litio.
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