Un estudio publicado en la revista Nature, concluye que en la corteza primaria (M1) existen 2 sistemas de control de comportamiento intercalados.
Uno es bien conocido, consta de circuitos específicos de efectores para movimientos precisos y aislados de apéndices altamente especializados (dedos de manos y pies y lengua), por ejemplo, el tipo de movimiento hábil necesario para hablar o manipular objetos.
Un segundo sistema, el SCAN (red de acción somatocognitiva por sus siglas en inglés), sería un sistema integrador de resultados y controlaría el organismo como un todo. El SCAN integra el control corporal (motor y autónomo) y la planificación de la acción, de acuerdo con la idea de que los aspectos del control ejecutivo de nivel superior pueden derivar de la coordinación del movimiento.
El SCAN proporciona un sustrato para esta integración mente-cuerpo, permitiendo cambios posturales, respiratorios, cardiovasculares y de excitación anticipatorios, previos a la acción (como tensión en los hombros, aumento de la frecuencia cardiaca o "mariposas en el estómago"). El descubrimiento de que la acción y el control corporal se fusionan en un circuito común podría ayudar a explicar por qué los estados mentales y el cuerpo interactúan con tanta frecuencia.
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