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Por qué la probabilidad probablemente no existe (pero es útil actuar como si existiera)

2 de enero de 2025

Este artículo de David Spiegelhalter, publicado en Nature, explora la naturaleza y utilidad de la probabilidad en la ciencia y la vida cotidiana. Spiegelhalter, profesor emérito de estadística en la Universidad de Cambridge, argumenta que la probabilidad no es una propiedad objetiva del mundo, sino una construcción basada en juicios personales o colectivos y suposiciones a menudo dudosas.

El artículo comienza destacando cómo la incertidumbre es una parte intrínseca de la vida, desde el clima hasta los resultados deportivos. Aunque usamos términos como "podría" o "es probable" para expresar incertidumbre, estos pueden ser engañosos. Por ejemplo, en 1961, un informe militar sobre la invasión de Bahía de Cochinos fue malinterpretado debido a la ambigüedad en la expresión de probabilidades.

Spiegelhalter explica que la probabilidad, aunque tardía en incorporarse a las matemáticas, ha inundado campos tan diversos como las finanzas, la astronomía y el derecho. Sin embargo, sostiene que cualquier probabilidad numérica no estima una cantidad "verdadera" subyacente, sino que es una herramienta útil para manejar la incertidumbre.

El artículo también menciona cómo la probabilidad se utiliza en la ciencia, con términos como valores P y distribuciones bayesianas, pero subraya que estas cifras dependen de juicios y suposiciones. A pesar de sus limitaciones, la probabilidad sigue siendo esencial para la estadística y la ciencia, ayudando a navegar la incertidumbre y tomar decisiones informadas.

Por Alfredo Calcedo 11 de abril de 2025
Artículo que aborda el grave problema de las revistas depredadoras , que se presentan como publicaciones académicas legítimas pero que en realidad buscan beneficios económicos sin cumplir con los estándares de una publicación científica. Estas revistas engañan a los autores, especialmente a aquellos que están comenzando sus carreras, carecen de experiencia y de una tutoría adecuada y se ven presionados para publicar. Los autores del artículo, miembros del Comité Internacional de Editores de Revistas Médicas (ICMJE), destacan varias prácticas engañosas de estas revistas, como la solicitud agresiva de manuscritos, la promesa de tiempos de revisión extremadamente rápidos y la falta de transparencia en los cargos de procesamiento y publicación. Además, estas revistas a menudo no realizan una revisión por pares adecuada, no gestionan conflictos de interés y no responden a las consultas de los autores de manera oportuna. Las revistas depredadoras también pueden utilizar nombres y características de marca que imitan a revistas bien establecidas, y pueden afirmar falsamente que siguen las recomendaciones de organizaciones respetadas como el Comité de Ética en Publicación, el Consejo de Editores de Ciencia o el ICMJE. En algunos casos, incluso pueden estar indexadas en bases de datos legítimas debido a fallos en los procesos de verificación. El artículo sugiere varias medidas para proteger a los autores y a la comunidad académica de estas prácticas engañosas. Los autores deben ser conscientes de la existencia de estas revistas y evaluar la integridad de las publicaciones a las que envían sus trabajos. Buscar la ayuda de tutores experimentados, colegas y documentalistas puede ser útil. Además, las instituciones y los financiadores deben proporcionar orientación y apoyo para ayudar a los investigadores a evitar estas trampas. Los editores y las editoriales también tienen un papel crucial en la lucha contra las revistas depredadoras. Deben trabajar para aumentar la conciencia sobre este problema y colaborar con otras partes interesadas para desarrollar estrategias efectivas para contrarrestar estas prácticas. La transparencia en los procesos editoriales y la adhesión a los estándares éticos son fundamentales para mantener la integridad de la publicación científica. En resumen, el artículo enfatiza la importancia de la colaboración entre autores, instituciones, financiadores y editores para proteger la integridad de la investigación científica y evitar que los investigadores caigan en las trampas de las revistas depredadoras.
Por Alfredo Calcedo 11 de abril de 2025
La menopausia se define como el cese natural y permanente de la menstruación, señalando el fin del periodo fértil de la mujer. Se diagnostica (aunque no se trata de una enfermedad) transcurridos 12 meses sin menstruación, y suele ocurrir entre los 45 y 55 años, aunque hay excepciones. Durante esta transición, llamada “perimenopausia”, ocurren cambios fisiológicos que, eventualmente, podrían tener relación con una mayor dificultad para dormir bien. Según la Asociación Española para el Estudio de la Menopausia aproximadamente la mitad de las mujeres sufren algún trastorno de sueño durante este proceso. Los cambios en los niveles de hormonas y las alteraciones fisiológicas como los sofocos son factores que influyen en la calidad del sueño. Por otro lado, el envejecimiento, el aumento de peso o la aparición de enfermedades crónicas pueden conllevar cambios sobre el estado físico que, a su vez, afecten al sueño y a los hábitos diarios. Además, el propio envejecimiento fisiológico puede conllevar un deterioro del sistema circadiano por ejemplo, disminuyendo la secreción de la hormona melatonina, que es importante en la regulación del ciclo sueño-vigilia. Esta etapa de la vida coincide en muchos casos con un momento de cambio psicológico y con factores psicosociales que facilitan una mayor posibilidad de padecer estados ansioso-depresivos. La propia percepción del paso de la vida, las obligaciones que en esta época pueden confluir (como el cuidado simultáneo de padres mayores y de hijos pequeños o adolescentes), unido a las preocupaciones del día a día comunes a cualquier momento de la edad adulta. Todo ello contribuye a tener una mala calidad del sueño o un sueño insuficiente.
Por Alfredo Calcedo 11 de abril de 2025
La tecnología está tan arraigada en nuestras vidas que la mayoría de los niños de hoy en día son nativos digitales, capaces de interactuar con dispositivos antes de aprender un idioma. Sin embargo, esta exposición temprana también genera preocupaciones entre los padres sobre los posibles daños de la tecnología, como el ciberacoso y la manipulación online. Para abordar estos desafíos, los investigadores han desarrollado una herramienta que mide la madurez digital de los niños, para entender cómo la tecnología afecta su desarrollo psicológico, académico y global. Esta herramienta, creada en el marco del proyecto Digymatex financiado por la Unión Europea, evalúa el grado de desarrollo de la relación de un niño con la tecnología y su impacto en su crecimiento general. El índice de madurez digital se basa en varias dimensiones, incluyendo la alfabetización digital, la conciencia del riesgo, el crecimiento individual, el respeto hacia los otros, la ciudadanía digital, el comportamiento de búsqueda de apoyo, la autonomía en el contexto digital, la autonomía de elección, la regulación de los impulsos agresivos y regulación de emociones negativas. Cada una de estas dimensiones se define y se evalúa para proporcionar una visión integral del desarrollo digital de los niños. El objetivo de esta herramienta es crear una plataforma que pueda ayudar a los investigadores, así como a los padres, educadores y psicólogos infantiles, a comprender mejor el impacto de la tecnología en los niños. Si se utiliza adecuadamente, puede ayudar a los cuidadores a tomar decisiones informadas que animen a los niños a desarrollar y mantener hábitos digitales saludables.
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